El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, anunció la deportación de cerca de 250 venezolanos a El Salvador bajo la Ley de Enemigos Extranjeros. El presidente salvadoreño, Nayib Bukele, confirmó el internamiento de 238 de ellos en una prisión de máxima seguridad. A pesar de una orden judicial que bloqueaba estas deportaciones, la Casa Blanca ignoró la sentencia, argumentando que los vuelos ya estaban en aguas internacionales. El gobierno venezolano ha rechazado esta acción, considerándola una violación de derechos humanos.
El presidente de El Salvador confirma la llegada de 238 venezolanos deportados por EE.UU. a pesar de una orden judicial.
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