Froilán disfruta de su vida en Abu Dabi, lejos del foco público. Allí, ha aprendido a adaptarse a las costumbres locales, incluido el respeto por el Ramadán. Aunque continúa comiendo y bebiendo de manera discreta, muestra respeto por la tradición evitando hacerlo en público. En el trabajo, ha optado por no llevar comida. Por su parte, Juan Carlos también limita sus salidas y se rodea de extranjeros durante este mes, haciendo su vida cotidiana más manejable hasta el final del Ramadán el 30 de marzo.
Froilán y Juan Carlos I encuentran formas de respetar el Ramadán en Abu Dabi, adaptando sus rutinas diarias.
Deja un comentario
Lo siento, tenés que estar conectado para publicar un comentario.