La religión ha sido esencial en la humanidad, influyendo en creencias y estructuras sociales. Si bien el acto de la misa busca proporcionar conexión espiritual, no todos sienten atracción por ella debido a factores psicológicos y emocionales. La desconexión puede estar relacionada con experiencias negativas, falta de identificación con dogmas, o la percepción de la religión como control. Además, la modernidad y el nihilismo han contribuido a una disminución en la asistencia a misa, siendo esenciales la comprensión del amor de Dios y el temor al mismo para mantener la participación.
La falta de interés por ir a misa puede deberse a factores psicológicos y cambios culturales.
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