Desde la guerra en Ucrania, se ha comparado la situación con Múnich 1938 para justificar la continuación del conflicto y el aumento del gasto militar. Mientras que algunos argumentan que deben mantenerse las presiones sobre Rusia para evitar el apaciguamiento, expertos advierten que tal postura puede llevar a un desenlace catastrófico. Paralelamente, la OTAN está bajo presión para incrementar su presupuesto ante las crecientes tensiones geopolíticas, dejando poco espacio para otros enfoques de diplomacia y solución pacífica.
La guerra en Ucrania y su comparación con Múnich 1938 provocan debates sobre diplomacia y gasto militar en Europa.
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