La ejecución de Brad Sigmon, condenado por homicidio, en Carolina del Sur, marcó la primera aplicación de un pelotón de fusilamiento desde la reinstauración de la pena de muerte en 1976. El evento, presenciado por varios testigos, generó intensas reacciones y un debate sobre la ética de las ejecuciones. Sigmon, de 63 años, había sido condenado por un asesinato brutal ocurrido en 2001. El uso del pelotón de fusilamiento fue consecuencia de nuevas leyes que permiten a los reclusos elegir su método de ejecución debido a la falta de fármacos para la inyección letal.
La ejecución de Brad Sigmon ha reavivado el debate sobre la pena de muerte en EE.UU. y sus métodos.
Deja un comentario
Lo siento, tenés que estar conectado para publicar un comentario.