El rechazo de la Corte Suprema a la licencia solicitada por Ariel Lijo para asumir en el máximo tribunal ha creado desconcierto en la Casa Rosada. Los funcionarios, que esperaban una transición ordenada, ahora se enfrentan a la realidad de que Lijo deberá renunciar a su actual juzgado para poder ser juez de la Corte, algo que no está dispuesto a hacer sin la garantía del Senado. Esto genera incertidumbre en el proceso de nombramiento y resalta la falta de consenso dentro del Palacio de Justicia.
La Corte Suprema rechazó la licencia de Lijo, complicando la estrategia del Gobierno por nombramientos judiciales.
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