Un informe de la ONU revela que el tráfico de fentanilo y otros opioides sintéticos se ha convertido en el mayor reto para América del Norte, desplazando a la heroína en los mercados ilícitos. La producción ilegal de fentanilo en México utiliza químicos no controlados internacionalmente, contribuyendo a un aumento en el consumo y la violencia. Entre 2018 y 2023, las solicitudes de tratamiento por consumo de fentanilo crecieron notablemente, reflejando un cambio en México hacia ser un mercado consumidor. En 2023, se registraron 29,709 homicidios dolosos, marcando una disminución desde 2017.
La ONU advierte que el fentanilo ha desplazado a la heroína en México, EEUU y Canadá, aumentando la violencia y el consumo.
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