La fructosa, un azúcar natural presente en frutas y productos procesados, aunque inocente en su forma natural, puede ser perjudicial en exceso. Causando problemas como elevación de la presión arterial, aumento de triglicéridos y colesterol LDL, y acumulación de grasa en el hígado. Según la médico Isabel Vina, su metabolismo en el hígado consume energía y puede llevar a inflamación, afectando la salud en general. Es crucial controlar el consumo de fructosa, especialmente en personas con factores de riesgo vascular.
El consumo excesivo de fructosa puede agravar enfermedades crónicas y afectar la salud metabólica.
- Elevación de la presión arterial.
- Aumento de triglicéridos.
- Aumento del colesterol LDL.
- Acumulación de grasa en el hígado.
- Incremento del ácido úrico.
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