La transformación digital ha revolucionado la logística y el comercio exterior, introduciendo tecnologías avanzadas como el rastreo en tiempo real y la entrega mediante drones. Sin embargo, esta evolución también genera presión y ansiedad por la inmediatez. Para adaptarse a estos cambios, las organizaciones deben ser ágiles, lo que implica crear equipos interdisciplinarios y fomentar la transparencia. La agilidad no se logra solo con cursos o expertos, sino a través de conversaciones y decisiones descentralizadas. Además, es crucial revisar creencias culturales sobre la productividad y definir prioridades para generar valor con menos trabajo.
La transformación digital en logística enfrenta el desafío del factor humano, que es clave para adaptarse a los cambios.
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