El estrés y las emociones negativas son disparadores de la ingesta de comida, llevando a comer sin hambre real. Este comportamiento se relaciona con la ansiedad y puede afectar la digestión y la salud. Comer rápido puede ser un síntoma de ansiedad y puede alterar la regulación del apetito, generando insatisfacción. Para mejorar la relación con la comida, es esencial comer de manera consciente y tranquila, lo que también ayuda a reducir el estrés y la ansiedad.
El estrés puede llevar a comer sin hambre. Aquí te damos consejos para alimentarte de manera saludable.
- Escuchar a nuestro organismo.
- Planificar la ingesta y el menú.
- Comer sin distracciones.
- Fomentar un diálogo amable en la mesa.
- Comer sentado a la mesa.
- Masticar bien y comer despacio.
- No hablar con la boca llena.
- Realizar comidas regulares.
- Crear un ambiente tranquilo para comer.
- Elegir alimentos nutritivos y satisfactorios.
Deja un comentario
Lo siento, tenés que estar conectado para publicar un comentario.