A partir de una resolución conjunta de Villarruel y Menem, la prensa quedará confinada a palcos del segundo piso en el Congreso, alejándose de su ubicación habitual. Esta decisión, por orden de Karina Milei, limita el acceso de periodistas al evento más importante del año, la inauguración de sesiones ordinarias. Desde 1983, el periodismo ha trabajado en el recinto sin alteraciones, lo que hace alarmante esta nueva normativa, que ha provocado una fuerte repulsa entre diversas fuerzas políticas.
Por primera vez desde 1983, la prensa será restringida en el Congreso durante el discurso de Milei.
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