La paciencia, entendida como la capacidad de mantener la calma en situaciones difíciles, es fundamental para mejorar la calidad de vida. Según la fundación Salud y Persona, esta habilidad va más allá de tolerar lo adverso; también se trata de escuchar y comprender sin apresurarse. Promueve el bienestar emocional, reduce la ansiedad y mejora las relaciones interpersonales. Practicarla permite tomar decisiones más claras y enfrentar desafíos con resiliencia y control personal.
La paciencia es una clave para mejorar la calidad de vida y manejar el estrés y la frustración.
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