El submarino S-81 Isaac Peral presenta importantes retos operativos. Al acceder a la sala de máquinas, se debe entrar en cuclillas debido al bajo espacio, donde se encuentran tres generadores diésel que pueden alcanzar temperaturas de hasta 38°C. Aunque hay un sistema de refrigeración, el calor es un constante desafío. La modernidad del S-81 permite manejar los generadores desde la sala de control, reduciendo la necesidad de personal en la sala de máquinas. Este sumergible puede operar más de 30 días, dependiendo de la resistencia de la tripulación y sus víveres, lo que plantea una experiencia desafiante en un entorno hostil.
El nuevo submarino español S-81 Isaac Peral enfrenta temperaturas extremas y entornos difíciles durante sus operaciones.
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