La negativa de algunos congresistas a debatir la reforma a la salud ha generado indignación en la Cámara de Representantes. La vicepresidenta Lina María Garrido solicitó que se excluyera su nombre del orden del día, lo que impidió la discusión del proyecto. Racero criticó esta decisión, argumentando que no se puede paralizar el debate por procesos en la Corte Constitucional y que la mesa directiva debe garantizar el debate democrático.
Indignación en la Cámara por la negativa a debatir la reforma a la salud propuesta por el Gobierno.
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