Después de un fin de semana crítico, el Gobierno busca minimizar el impacto del escándalo cripto que involucra a Javier Milei. Funcionarios aseguran que no hubo delito y califican al presidente como una víctima. A pesar de su intento de desvincularse del escándalo, el asunto ha afectado gravemente la confianza en su administración. La estrategia incluye mantener un tono de normalidad y difundir imágenes que demuestran su agenda habitual, mientras se prepara para una entrevista que podría aclarar su posición sobre el caso y la posibilidad de renuncias dentro de su círculo cercano.
Tratan de calmar la crisis tras el escándalo cripto que afecta a Milei, insistiendo en que “no hay delito”.
Deja un comentario
Lo siento, tenés que estar conectado para publicar un comentario.