La batalla cultural no se detiene. Javier Milei ha utilizado una guillotina metafórica para disciplinar a su equipo, evidenciando que no tolera disidencias dentro de su gabinete. Esta semana, varios funcionarios, como Sonia Cavallo y Mariano de los Heros, enfrentaron despidos drásticos ante cualquier atisbo de desacuerdo. Este enfoque despiadado ha generado un ambiente de terror dentro del funcionariado libertario. Mientras Milei desata críticas contra figuras públicas y economistas, su administración se prepara para una batalla legislativa crucial. La situación política actual de Cristina Kirchner desliza hacia el abismo mientras Milei continúa consolidando su narrativa de confrontación.
Javier Milei demuestra un estilo implacable en su gestión, dejando a varios funcionarios en la cuerda floja.
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